
Estados Unidos bombardea instalaciones nucleares de Irán: Tensiones en Oriente Medio se disparan
Estados Unidos bombardea instalaciones nucleares de Irán: Tensiones en Oriente Medio se disparan
En la madrugada del 22 de junio, Estados Unidos llevó a cabo un bombardeo sin precedentes contra tres instalaciones nucleares estratégicas en Irán, según fuentes internacionales y comunicaciones presidenciales difundidas en redes sociales. El ataque, ordenado por el presidente Donald Trump, marca un giro drástico en las relaciones entre Washington y Teherán, y ha sido catalogado por la ONU como una “amenaza directa a la paz y a la seguridad internacional”[1][2].
La acción militar tuvo lugar en medio de una escalada de tensiones entre Irán e Israel, y según reportes de testigos y funcionarios locales, los sitios atacados incluían la instalación de Fordow, además de otras dos ubicaciones nucleares en el territorio iraní. Irán, por su parte, aseguró que las instalaciones ya habían sido evacuadas y minimizó el impacto real de los ataques, afirmando que los daños no fueron irreversibles y que no se han reportado víctimas[4].
Las autoridades iraníes condenaron el ataque y advirtieron que no descartan ninguna opción para responder, llegando incluso a señalar que todo el personal estadounidense en la región es ahora un “objetivo legítimo”[4][5]. Medios estatales y asesores estratégicos subrayaron que, aunque se produjeron daños superficiales, “el conocimiento no se puede bombardear” y que la capacidad nuclear del país permanece intacta[4].
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México condenó el uso de la fuerza y llamó “al diálogo diplomático para resolver el conflicto en Medio Oriente”, advirtiendo además que mantiene su alerta para apoyar a los mexicanos que buscan salir de la región[3]. La comunidad internacional observa con creciente preocupación el riesgo de una escalada global ante la posibilidad de represalias por parte de Irán y sus aliados.
Desde el bombardeo, Irán ha lanzado una nueva oleada de misiles hacia territorio israelí, incrementando la incertidumbre y el temor a una conflagración regional de mayores proporciones[1].
Este acontecimiento supone un antes y un después en la geopolítica de Oriente Medio, poniendo a prueba la capacidad de contención diplomática mundial y la estabilidad de una de las regiones más conflictivas del planeta.
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Sources:
elpais.com
www.nmas.com.mx
www.unotv.com
www.prensa-latina.cu
efe.com